En un mercado impulsado por los criterios ESG y la guerra por el talento, la inclusión de personas con discapacidad y otras diversidades no es solo un imperativo ético: es una palanca de innovación, reputación y rentabilidad. Este micro‑taller ofrece a las empresas una acción de alto impacto, breve y fácilmente implementable, que convierte la sensibilización en compromisos concretos.